El auto El diablo mudo se representó por primera vez en el año 1660, junto con Las paces generales, auto calderoniano también conocido con el título de El lirio y la azucena. Su transmisión textual resulta bastante compleja, puesto que existen dos versiones del auto, la primera de 1660, de la cual el texto más cercano data de 1664, y la re-escritura, conservada en la serie de autógrafos de la Biblioteca Municipal de Madrid. El presente volumen ofrece al estudioso tanto la edición crítica de la versión autógrafa, como la edición crítica de la versión más cercana al original de 1660; además incluye el facsímil del autógrafo. El diablo mudo alude en su título al pasaje evagélico en que un hombre endemoniado, ciego y mudo, es curado por Jesús. La estructura de El diablo mudo, clara y lineal, gira en torno a tres grandes núcleos temáticos: el dogma del Pecado original, el dogma de la Encarnación y el dogma de la Redención. Estos tres grandes bloques temáticos van precedidos de una introducción en la que el Demonio, que hace de director escénico, presenta la acción dramática, y finalizan con una apoteosis eucarística.